El valor de la familia; el desprecio a la libertad

"Una casa no es una máquina para vivir, como pregonaban los propagandistas de la ya vieja arquitectura funcionalista, pues, aparte de que en nada se puede fundar la semejanza, sólo a un estado de espíritu esterilizado por el marxismo le puede satisfacer un término de comparación tan desprovisto de contenido sentimental... (...) Para nosotros, la casa ha de ser, ante todo, el centro espiritual y material de la familia, núcleo primordial del Estado, y nada ha de importarnos tanto como crear en su reducido espacio un ambiente de educación cristiana y social, basado en la buena voluntad de las personas y en el debido orden de las cosas".

(Artículo publicado en la revista "Reconstrucción" en junio 1941 publicada por la Dirección General de Regiones Devastadas y Reparaciones. Extraido de: REQUENA GALLEGO, Manuel (coord.), Castilla-La Mancha en el franquismo, Ciudad Real, Manifesta, 2003, 317 pp.)



Las luces nos llaman, las sorpresas que nos divierten, las ilusiones nos extravían...

 

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